21 dic 2009

El tamaño no importa


Es como se usa.

Varios han sido los fenómenos mediáticos que hemos experimentado este año. Hemos tenido la capacidad de enterarnos por nuevos medios, tales como blogs que han alzcanzado popularidad o la nueva red-social-micro-blogging Twitter y mediante este mismo dar nuestra opinión e inclusive agotar el tema hasta el cansancio.

Pero seamos sinceros, ya nadie se acuerda de Jacko, la porcina, el cierre de Guantánamo o por qué no un par de ejemplos criollos: Clarita Zommer y el #temblor. Estos representan situaciones de los cuales nos vimos obligados a comentar por la amplia cobertura en periódicos, televisión o la llamada autopista de la información.

Aquí es cuando me empiezo a preguntar si estos asuntos serán realmente de interés o será que los medio los hacen más grandes de lo que realmente son o si nosotros mismos nos sumamos a la histeria colectiva en la que todos reaccionamos al mismo tiempo acerca de un tema, en palabras más sencillas: terminamos carboneándonos entre nosotros mismos.

¿Cómo se usa?

Los medios se encargan de bombardearnos con información, ya sea de la última trastada de esa estrella que ya no tiene ingresos por andar siempre de fiesta o de si algún deportista puso los cuernos o usaba peluca. Cada nuevo detalle abre un nuevo mundo de conocimientos, posibilidades y especulaciones que eventualmente nos llevarán a "enriquecer" aún más nuestro conocimiento. Es lógico que cada uno sostenga una opinión ante un tópico de interés, y quiera continuar informándose acerca de este hecho, lo cuestionable aquí es ver como las personas fácilmente olvidan cualquier información con más importancia por la "primicia" de turno.

Queda entonces implícito en este proceso que el uso de los recursos que tiene cualquier medio será bajo la responsabilidad de este mismo pero ¡oh sorpresa! existen medios que no se interesan en difundir la información sino en atraer seguidores mediante su derroche de información inútil que resulte atractiva para el público.

He llegado a pensar que el forjarse una opinión depende del interés que le demos al asunto, sin caer detalles innecesarios. He llegado a pensar que está en nosotros darle a cada noticia la trascendencia que se merece. He llegado al punto de pensar que la noticia más importante puede olvidarse tan fácil como el más insignificante de los polvos.


* Ilustración por Alon